Historias de Metro

Los asientos naranjos del Metro siempre serán parte de la cultura pop de la época.

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Comenzaba la primavera del 75 y los Pancetti Vaccari tomaban su auto desde Quilpué con destino a Santiago. Era un día caluroso y venían a conocer distintos puntos turísticos de la capital: el zoológico, el Mercado Central y el recién inaugurado Metro.

En ocho estaciones, desde Las Rejas hasta La Moneda, Floria de 7 años y su hermano Flavio de 5, se maravillaron con lo novedoso que era transportarse bajo tierra. “A mí me llamó mucho la atención el color naranjo de los asientos, que siempre serán parte de la cultura pop de la época, el diseño de las estaciones y el sonido del cierre de puertas, era como estar en otra dimensión y eso me gustaba mucho, nos emocionaba saber que estábamos experimentando una nueva forma de traslado en una ciudad tan inmensa”, asegura Floria.

Carlos Pancetti, el padre de familia siempre andaba con su cámara, una Braun Paxette, y sacaba fotos de todo lo que sus hijos hacían. “En el tren nos pidió que posáramos y esta foto se convirtió en un recuerdo invaluable para mi familia. Hoy la miramos y nos trae mucha nostalgia, porque mi nonna Victoria Schiappacasse y mi mamá Irma Vaccari ya no están con nosotros”, comenta Flavio.

43 años han pasado de esa captura fotográfica. Floria, asegura que “replicarla es súper lindo y un homenaje a nuestros antepasados; porque pese a los años la historia continúa, sus pasajeros nos vamos poniendo viejos y el tren sigue deteniéndose en las estaciones para trasladar a cada usuario por la ciudad”.

¿Conoces a los demás integrantes de la foto? Si es así, escríbenos a través de nuestras redes sociales (TW @metrodesantiago / FBK @Metrostgo) para revivir una de las fotos ícono de nuestro Metro.