Noticias NOTICIAS

Estación Pedro de Valdivia vuelve al look de los 80's

31/7/2019

Imagen

Quienes han pasado en los últimos días por la estación Pedro de Valdivia de Línea 1 han notado un cambio, una vuelta al pasado en su imagen, y lo han hecho notar en Redes Sociales. En efecto, Metro trabajó en la recuperación de los muros de la estación, una de las más antiguas de la red.

Entre abril y julio de este año se retiraron, limpiaron y renovaron 170 metros cuadrados de las clásicas “calugas” de muriglass originales de las paredes de la estación, que fue inaugurada hace casi 39 años (agosto de 1980). Los trabajos se realizaron manteniendo el diseño que actualmente presenta la estación con los cerámicos naranjos y azules característicos.
“Queremos que la estación Pedro de Valdivia mantenga su identidad. Este es uno de los puntos más transitados de Línea 1, que se caracteriza por sus mosaicos, los que por casi cuatro décadas han acompañado a sus usuarios. Por eso, hoy hemos trabajado para recuperarlos a partir de la reinstalación de cerámicos en sus andenes, tratando de restituir lo mejor posible las condiciones originales de sus muros”, señaló el Director de la Corporación Cultural MetroArte, Javier Pinto.

Los trabajos consistieron básicamente en el retiro de aproximadamente 170 metros cuadrados de cerámicos del andén, que fueron limpiados, acopiados y preparados para su posterior reubicación en zonas que tenían desprendimientos.

¿Cómo lo hicieron?

El retiro de cerámicos se realizó manualmente, con herramientas como cincel y martillo, para resguardar las piezas. Luego se realizó un proceso de limpieza con agua y detergentes para eliminar el polvo, la contaminación o la suciedad que pudiera estar adherida al material. Además, se retiró desde la cara posterior de los cerámicos todo rastro de adhesivo o estuco. En los bordes de cada uno de los cerámicos se quitó todo resto de fragüe que quedó en el proceso de retiro.

Una vez terminada la limpieza total de cada pieza, se armaron palmetas de cerámicos sobre mallas de fibra de vidrio que, con adhesivo de fábrica o químicamente compatible, aseguraron un encuadre geométricamente perfecto. Este trabajo permitió mantener la misma distancia entre cerámicos para disponerlos de manera homogénea.

En paralelo al proceso de preparación de las piezas, se trabajó en retirar el adhesivo y el estuco adosados a los muros y se realizó su nivelación, lo que permitió tener una superficie lisa y pareja y garantizar una mejor adherencia a la hora de volver a colocar los mosaicos. Para la reinstalación de los cerámicos se utilizó un pegamento o adhesivo elástico de alta resistencia que provee una gran adherencia entre el muro y el revestimiento.

Finalmente, se realizó un proceso de fragüe, para rellenar el espacio entre los cerámicos, donde se aplicó sobre el material una mezcla a base de cemento, carbonatos y cuarzos finos, pigmentos micronizados y aditivos orgánicos.

Los trabajos se realizaron manteniendo el diseño que actualmente presenta la estación: con cerámicos cuadrados en formato 4x4 centímetros de color naranja y cerámicos rectangulares de 2x4 centímetros en celeste y azul.

La intervención se realizó durante las noches, fuera del horario de operación, a fin de no impactar el funcionamiento regular de la estación ni el viaje de los más de 50 mil pasajeros que recibe en promedio por día.