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Santiago en 100 Palabras ya tiene ganadores

09/11/2010

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•El premio al primer lugar, que esta vez con motivo de la celebración de los 10 años del concurso ascendió a los 2 millones de pesos -duplicando el premio habitual-, fue para Begoña Ugalde con el cuento “Nadar”.


•El segundo lugar fue para Pablo Mora con su cuento “Bostezo” y el tercer puesto lo recibió Kristin Meyborg con su historia “27/2”. El premio al talento joven recayó en “El ocaso de los sueños” escrito por Ignacio Carrasco y finalmente el premio del público lo recibió Daniel Carrasco con su historia “Un día más”.

La convocatoria de la décima versión del concurso Santiago en 100 Palabras fue masiva, fueron 44.784 las historias las que llegaron de todos los rincones de Chile e incluso de compatriotas residentes en el extranjero. Con tanta creatividad y pasión por ser parte del mayor y más reconocido concurso literario del país, el jurado compuesto por los escritores Alejandro Zambra y Cristián Warnken y por Carmen García, directora de Plagio, tuvo la difícil tarea de seleccionar a los ganadores.

En una ceremonia oficial que se realizó ayer en el Sala de las Artes de la  Feria Internacional del libro, los galardonados, junto a sus familias y amigos, se mostraron muy orgullosos del reconocimiento obtenido. Entre ellos se encuentran Begoña Ugalde, ganadora del primer lugar; Pedro Mora, segundo lugar; Kristin Meyborg, tercer lugar e Ignacio Carrasco, ganador del premio talento joven.

También se premió con un millón de pesos a Daniel Carrasco, ganador del premio del público, que recibió la mayoría de los 13.421 votos emitidos y se hizo un reconocimiento especial a las 7 menciones honrosas.

“Los cuentos seleccionados este año reflejan el espíritu que ha tenido el concurso durante sus 10 años de existencia. Son historias íntimas y experiencias urbanas, que nos muestran un poco más de nuestra ciudad y la creatividad de quienes la habitan”, señala Carmen García, miembro del jurado y directora de Plagio.

El concurso se ha convertido en un espacio reconocido por toda la ciudadanía,  año a año suma más participantes dispuestos a dejar volar su creatividad a la hora de imaginar, repensar y retratar a través de la literatura la vida urbana y sus personas. En estos 10 años de trayectoria se han presentado 285.698 cuentos.

En el marco de este aniversario, una novedad de esta décima versión será la masificación de los cuentos ganadores, los cuales junto con exponerlos en las estaciones de Metro de Santiago, se instalarán, a partir del 10 de noviembre, 160 afiches en la vía pública con el fin de ampliar su difusión y lectura.
 
“Después de una década de concurso, con mucho orgullo celebramos la participación de 44.798 nuevos cuentos. Este gran éxito de convocatoria confirma la consolidación de esta experiencia ciudadana que durante estos diez años ha despertado, desde la literatura, diversas aptitudes y sentimientos en los miles de chilenos que se han hecho parte de este concurso como escritores o lectores, aseguró Raphael Bergoeing, Presidente del Directorio de Metro de Santiago.

Por su parte, María Olivia Recart, Vicepresidenta de Asuntos Externos de BHP Billiton (operador de Minera Escondida) destacó la trayectoria del concurso. “Llevamos diez años acompañando este proyecto. Santiago 100 Palabras nos ha permitido conocer a través de miles de pequeñas historias, lo que preocupa, inspira, asusta, entretiene, apasiona, indigna, conmueve y enamora a cientos de personas. Nos sentimos muy orgullosos de haber contribuido a crear un espacio para que la sociedad se reconozca, se encuentre y se identifique en su diversidad”.
Los cuentos ganadores estarán publicados en el sitio web oficial del concurso www.santiagoen100palabras.cl 

Cuentos ganadores:

-NADAN
Primer Lugar

Se encuentran todos los lunes. Nunca se saludan en la superficie. Son imágenes difusas las que tienen el uno del otro porque el agua les empaña los lentes. Al principio nadan muy rápido, con ansiedad. Luego lo hacen al mismo tiempo, más pausadamente, como ahogándose y riéndose a la vez. Ella sale primero de la piscina. Se tapa con la toalla apenas sube la escalera metálica. Él espera algunos minutos. Flotando boca arriba, mira las nubes a través del techo de vidrio. En sus camarines se duchan cantando para sacarse el olor a cloro que les queda en la piel.
Begoña Ugalde, 26 años, Providencia

-BOSTEZO
Segundo Lugar

Sentado en el metro, sólo me bastó cerrar los ojos por una fracción de segundo para hacer que todos desaparecieran.
Pedro Mora, 26 años, La Florida

-27/2
Tercer Lugar

Fue la noche del terremoto. Como siempre, habían compartido un cigarro. Luego él se levantó de la cama y buscó la ropa dispersada por el suelo. Se estaba vistiendo cuando empezó a temblar. Momentos después quedaron en una oscuridad absoluta, abrazados junto al marco de la puerta, mientras la tierra todavía oscilaba suavemente como un barco sobre el mar. Ella, aún desnuda, se dejó deslizar hacia el suelo hasta quedar sentada junto a sus pies, sin soltar sus brazos. "Quédate, por favor", le dijo. Y, por primera vez, él se quedó.
Kristin Meyborg, 30 años, Ñuñoa

-UN DÍA MÁS
Premio del Público

Me levanto y camino sigilosamente hacia tu dormitorio. No quiero despertarte. Abro tu puerta. Te veo, te huelo, te tapo y te beso. Micro y metro. Empujones y oficina. Pantalla. Mails. Órdenes y apuro. Café y pienso en ti. Teléfono. Teléfono. Teléfono. Hot-dog y trámite. Papeles. Miradas. Me rasco la cabeza. Reunión. Un pucho. Reunión y galletas. Un chiste, un amigo y el reloj.
Apagar equipo. Metro y micro. Empujones y casa. Camino sigilosamente hacia tu dormitorio. No quiero despertarte. Abro tu puerta. Te veo, te huelo, te tapo y te beso. Mañana será otro día.
Daniel Carrasco Ruiz-Tagle, 35 años, Vitacura

-EL OCASO DE LOS SUEÑOS
Premio al Talento Joven

Es posible leer la inscripción en una placa metálica ubicada en el balancín de la Plaza Inés de Suárez en Providencia: "Juego apto para niños de máximo 12 años". Humberto, a sus 72, hace caso omiso de este aviso. Cierra los ojos y se balancea. Sueña con algún día salir proyectado por los aires, escapando del mundo que lo envejece año a año.
Ignacio Carrasco, 17 años, Lo Espejo

 

La literatura se toma las calles

Dentro del especial aniversario que celebra Santiago en 100 palabras, la famosa tradición de exponer los cuentos ganadores en las estaciones del Metro, serán reforzadas con 160 afiches que se tomarán el circuito de la vía pública que recorre Santiago, incluyendo los paraderos, otorgándoles un toque distinto a la ciudad. Esta novedosa propuesta podrá ser vista en las calles desde el 10 de noviembre.
Como siempre, también se eligieron siete los cuentos que recibieron menciones honrosas, estos son:

-DIGNIDAD
Mención Honrosa

Porque, a fin de cuentas, sólo los árboles saben morir de pie.
Jonathan Bidwell, 23 años, Providencia

-EL INFELIZ
Mención Honrosa

Era necio. Su creatividad se limitaba a la extracción de ideas en revistas extranjeras que compraba en el Persa. Se colgaba de sonrisas baratas. Hablaba fuerte para que lo vieran. Comía todos los viernes en ese lugar que no podía pagar y le molestaba hablar de política. Fumaba como carretonero, pues tenía la idea de que un hombre con vicios es más apuesto. No le gustaban las morenas ni las altas. Era alérgico al maní. Se paraba siempre algunos minutos en Irarrázabal con Pedro de Valdivia para tratar de fundirse entre la gente y quizás un día, quién sabe, desaparecer.
Katherina Steinmetz, 24 años, Vitacura

-EL OFICINISTA
Mención Honrosa

A un amigo mío de la oficina, que es el rey de los optimistas y a quien nunca se le ve triste, le pregunté cierto día cuál era su fórmula. “Estoy muriendo”, me respondió simplemente. Avergonzado de mi torpeza le pedí disculpas, pero él repuso sonriendo: “¿Y acaso tú no?”.
César Serrano, 54 años, San Miguel

-INFANCIA
Mención Honrosa

Me di cuenta de que había dejado de ser niña cuando ese invierno empecé a esquivar las pozas en vez de pisarlas.
Valentina Ríos, 20 años, San Bernardo

-JOHANNA
Mención Honrosa

Bajó de las últimas en el terminal de buses de Temuco. En el momento en que pisó de nuevo esa tierra, se acordó cómo cinco años antes había partido a Santiago por estudios, dejando a sus padres mirándola desde el sur. Había vuelto porque le dijeron por teléfono que ahora la casa de adobe donde creció estaba vacía. Cuando llegó, le llamó la atención que estuvieran los dos cajones bajo la luz de una sola vela.
Pedro Mora, 26 años, La Florida

-OTOÑO DE 2010
Mención Honrosa

Finalmente decidió dejarse caer y terminar con su vida. Fui el único testigo, aunque hubo muchos que pasaron indiferentes. Su cuerpo aún jovial y frágil parecía oscilar en el vacío, como si quisiera regalarse tiempo para pensar en los suyos o tal vez en aquellos días llenos de luz. Inesperadamente, cayó al suelo. Entonces el sepulturero y su escoba la arrastraron sin compasión y la depositaron allí, junto a las demás. Sin duda era la más bella. Por eso la tomé con delicadeza, la puse entre las páginas de mi libro y la llevé conmigo.
Angélica Fariña, 44 años, Providencia

-SALUDO
Mención Honrosa

Mi primo Juan me contó que Santiago es tan grande que la gente no se saluda porque nunca más se volverá a ver.
Francisco Oyarce, 23 años, Santiago