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CON METROARTE

Piedras Tacitas (en restauración)

Autor: Zerreitug
Técnica: Diorama
Superficie:
Fecha: 2004

En restauración

Hacia 1480, el pueblo Aconcagua estaba bajo el dominio del inca Topa Inca Yupanqui, quien había expandido su imperio desde Quito hasta el valle del Mapocho.

Los dos curakas o jefes locales, Michimalongo (de la parte superior del valle) y Tanjalongo (de su mitad inferior), estaban a su vez bajo la autoridad de Quilacanta, curaka cuzqueño.

A pesar de ello, el pueblo Aconcagua sigió utilizando sus trajes tradicionles y celebrando el ritual anual en el Cerro Blanco (llamado entonces con otro nombre, hoy desconocido).

En cada cerro hay una dacha o espíritu protector, a la cual se pide por abundancia de agua, buenas cosechas, salud y bienestar para todo el pueblo.

En el vale del Mapocho, el cerro El Plomo es la dacha principal puesto que da origen al río y, en su cumbre, se ha realizado la mayor ofrenda: el sacrificio de un niño noble del Titicaca.

En la mencionada fiesta anual del Cerro Blanco, los chamanes o encargados del ritual le cantan a la huaca, principalmente por el río Mapocho y el valle de Huechuraba.

La celebración dura todo el día e incluye música y baile, con flautas de piedra semejantes a las que utilizan hasta hoy los "bailes chinos" del valle de Aconcagua.

La gente del lugar, reunida con otras venidas de comunidades vecinas, prepara comida en las piedras tacita.

Una y otra vez, el sonido de las flautas llena la inmensidad del valle.

José Pérez de Arce Museo Chileno de Arte Precolombino En el diorama, el pueblo Aconcagua celebra su fiesta anual en el cerro Blanco con sus flautas de piedra.

A la derecha, las mujeres muelen granos de la piedra tacita existente al pie del cerro.

A la izquierda se ve el cerro San Cristóbal y al fondo el valle de Santiago, donde se distingue el río Mapocho y el cerro Santa Lucía.

Las piedras que se aprecian fueron extraídas por Metro de Santiago desde las excavaciones realizadas durante los trabajos de extensión de la Línea 2 al Norte.

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EN LA CIUDAD

Dirección: Esquina Avenida La Paz con calle Profesor Zañartu.

Horarios: Espacio público abierto.

Tarifas: Acceso gratuito.

Plaza La Paz

En Plaza La Paz, ubicada al final de la avenida homónima, convive lo nuevo con lo viejo, lo moderno con el pasado y es un centro de atracción para quienes visitan el sector, por su carga emotiva y atractivo local.

El borde la plaza está formada por arcos enladrillados que se conocen como las “Caballerizas de O’Higgins”, pues correspondían a los establos ocupados por el 7° Regimiento de Línea, más conocido como “Esmeralda” y compuesto por el gran número de civiles que se enlistaron voluntariamente tras el Combate Naval de Iquique (1879), en plena Guerra del Pacífico.

Los arcos de media punta forman un semicírculo y dan forma a dos corredores peatonales, que dan paso al acceso principal del Cementerio. Al centro se ubica el monumento que conmemora el incendio en la Iglesia de la Compañía de Jesús en 1863, donde murieron dos mil personas, todas enterradas en una fosa común del Cementerio General. Es una escultura de bronce creada por el escultor francés Carriere Belleuse.

El terremoto de 1985 destruyó gran parte de la obra de la Plaza La Paz, que impidió durante años el tránsito de las personas, hasta que en 1992 se realizó un plan de restauración, que incluyó la plaza y los adoquines en todo el círculo.

Dirección: Santos Dumont S/N.

Horarios: Verano: Martes a domingo de 10:00 a 21:00 hrs. Invierno: Martes a domingo de 10:00 a 18:00 hrs.

Tarifas: Acceso gratuito.

Parque Cerro Blanco

El Cerro Blanco era parte de la cadena de cerros que nacían de la Cordillera de los Andes, pero el paso del tiempo abrió una grieta que lo separó del Cerro San Cristóbal.

Al interior, sus caminos quedaron establecidos por las tribus picunches, mapuches y aymaras, aunque también estuvo bajo el dominio de los incas que llegaron al Valle del Aconcagua.

El cerro está bajo el alero del Parque Metropolitano de Santiago y en su extensión de 17 hectáreas cuenta con juegos infantiles, senderos y bebederos.

En las faldas del cerro, en el sector sureste, se encuentra la Parroquia Virgen de Monserrat, conocida como La Viñita, que es Monumento Nacional y fue construida durante la época de la Colonia. Haciendo culto a la Virgen Morena, que llegó a Chile con Inés de Suárez, quien mandó a construir la ermita en lo alto del Cerro Blanco en 1545. Es la primera construcción religiosa del país.

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