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Del boleto de papel al pago con QR: así cambió la forma de pago a lo largo de nuestra historia

31/12/2024 | 15:31

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Nuestra historia ha estado marcada por avances tecnológicos, incluido el método de pago. Desde los sencillos boletos de papel hasta el popularizado pago con QR, este recorrido muestra cómo cambió la forma de pago.

Los primeros boletos: papel perforado

Cuando comenzó nuestra operación, Metro tenía una red que iba desde San Pablo hasta La Moneda, por lo que los boletos estaban diseñados exclusivamente para esos trayectos. 

En esos años, el método de pago era con boletos de papel grueso. Cada uno tenía información básica como el precio, la validez (día y hora) y las estaciones que cubría el viaje.

Al ingresar al Metro, el boleto debía ser perforado en unas máquinas ubicadas al lado de los torniquetes. Esa perforación indicaba que el ticket ya había sido usado.

El cambio a boletos magnéticos

 

 

Con la inauguración de Línea 2 en 1987 y el aumento de pasajeros, Metro reemplazó los boletos de papel por unos con banda magnética. Estos eran un poco más grandes y permitían un control más moderno.

Los boletos magnéticos podían usarse para hacer combinación entre líneas sin necesidad de comprar uno nuevo, y venían en presentaciones de un solo viaje o múltiples viajes, facilitando el traslado a quienes usaban Metro todos los días.

Este cambio, sin embargo, no fue inmediato. Durante los primeros años, ambos sistemas convivieron mientras los pasajeros se acostumbraban al nuevo formato. Además, Metro instaló torniquetes magnéticos en todas las estaciones de manera progresiva, capacitando al personal y educando a los usuarios mediante campañas informativas.

 

Pases y abonos

Durante la década de 1990, Metro buscó facilitar el acceso a sus servicios para distintos grupos de usuarios mediante la implementación de pases y abonos. Estas soluciones estaban diseñadas para satisfacer las necesidades de quienes utilizaban el Metro de manera frecuente, como estudiantes, trabajadores y otros pasajeros regulares.

Pase Escolar

  • Diseñado exclusivamente para estudiantes de enseñanza básica, media y superior, este pase permitía a los estudiantes realizar viajes ilimitados dentro de un periodo determinado (generalmente mensual).
  • Era una tarjeta física laminada, personalizada con el nombre y foto del estudiante, y debía renovarse anualmente.

Pase Trabajador

  • Ofrecido para personas que utilizaban el Metro regularmente para sus traslados laborales, y funcionaba como un pase mensual con viajes ilimitados o con un número determinado de viajes precargados.

Abonos Multiviajes

  • Pensados para usuarios frecuentes, los abonos multiviajes permitían precargar un número fijo de viajes en un boleto magnético. Por ello, venían en modalidades de 10, 20 o 30 viajes, y ofrecían un pequeño descuento en comparación con la compra de boletos individuales.

Pase Adulto Mayor

  • Enfocado en personas mayores de 60 años, este pase ofrecía tarifas reducidas y podía usarse durante todo el día, a diferencia de otros pases con restricciones horarias.

 

La tarjeta Multivía

Su introducción en 2003 fue un paso significativo en la modernización del sistema de transporte público de Santiago. Esta tarjeta marcó el inicio de la digitalización de los medios de pago y facilitó una experiencia de viaje más fluida y eficiente.

Además, su uso implicó diversas ventajas para los usuarios, tales como rapidez, pues ya no era necesario comprar boletos individuales para cada viaje; control de saldo, ya que podías realizar recargas según tus necesidades; y mayor durabilidad, pues la Multivía era más resistentes que los boletos.

 

 

La llegada de la tarjeta bip!

La llegada de la tarjeta bip! en 2007 marcó un cambio trascendental en el transporte público de Santiago, consolidando la integración entre el Metro y los buses urbanos dentro del sistema Transantiago. Fue el primer paso hacia un modelo de transporte más interconectado, eficiente y moderno, que buscaba mejorar la experiencia de viaje de millones de usuarios.

La bip! no sólo permitió que los usuarios pudieron utilizar una única tarjeta para pagar tanto en Metro como en buses urbanos, sino que también facilitó los traslados y promovió el uso del transporte público como un sistema único y conectado.

 

El pago con QR

 

 

La habilitación en distintos  comercios y servicios del pago con QR a través del teléfono móvil empujó a Metro a lanzar MetroQR, una nueva forma de pago en la que acercando el teléfono al validador se valida el pasaje para movilizarte en el transporte público urbano.

La aplicación permite la carga de la tarjeta bip! digital, sin filas y sin necesidad de activar tu carga.

Además, las personas pueden sumar viajes para alcanzar tu monto máximo mensual con DaleQR! y viajar gratis el resto del mes, una vez ocupados los 38.000 pesos que establece la aplicación.

 

Un reflejo del progreso

Los boletos, la Multivía y la bip!… cada uno de esos métodos de pago es un reflejo no sólo de nuestra historia Metrina, sino que también visibilizan nuestros avances tecnológicos como país. ¿Usaste boletos alguna vez o la Multivía? ¿conservas alguno?